miércoles, 25 de enero de 2012

los sentidos

Se llama visión a la capacidad de interpretar nuestro entorno gracias a los rayos de luz que alcanzan el ojo. También se entiende por visión toda acción de ver. La visión o sentido de la vista es una de las principales capacidades sensoriales del hombre y de muchos animales. Existen diferentes tipos de métodos para el examen de la visión.
El ojo es la puerta de entrada por la que ingresan los estímulos luminosos que se transforman en impulsos eléctricos gracias a unas células especializadas de la retina que son los conos y los bastones.
El nervio óptico transmite los impulsos eléctricos generados en la retina al cerebro, donde son procesados en la corteza visual.[1]
En el cerebro tiene lugar el complicado proceso de la percepción visual gracias al cual somos capaces de percibir la forma de los objetos, identificar distancias y detectar los colores y el movimiento.
La lesión de una de las estructuras del sistema visual puede causar ceguera aunque el resto no presente ninguna alteración. En la ceguera cortical ocasionada por una lesión en la región occipital del cerebro, se produce pérdida completa de visión aunque el ojo y el nervio óptico no presentan ninguna anomalía.[2]







El sentido del tacto o mecanorrecepción es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano se considera uno de los cinco sentidos básicos. El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro.
Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del organismo pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiendonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.
Contacto.

Cuando nos describimos como seres sensibles, lo que queremos decir es que somos conscientes. El significado más literal y amplio es que tenemos percepción sensorial.
Para entender, tenemos que usar la cabeza, es decir, la mente. En general, se piensa en la mente como algo localizado en la cabeza, pero los hallazgos en psicología sugieren que la mente no reside necesariamente en el cerebro sino que viaja por todo el cuerpo en caravanas de hormonas y enzimas, ocupada en dar sentido a esas complejas maravillas que catalogamos como tacto, gusto, olfato, oído y visión.[1]
El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es difícil de aislar o eliminar. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de los sentidos del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las funciones que desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo, así como a la cultura en medio de la cual éste vive y a los individuos con los que se pone en contacto.[2]
En muchos aspectos, el tacto es difícil de investigar. Todos los demás sentidos tienen un órgano clave que puede ser estudiado; para el tacto, ese órgano es la piel, y se extiende por todo el cuerpo.[3

Zona cortical: gusto y olfato.
El olfato u olfacción es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.
La nariz humana distingue entre más de 10.000 aromas diferentes. El olfato es el sentido más fuerte al nacer.
Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.
Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios del cráneo; el bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la percepción de los olores. Estas prolongaciones nerviosas terminan en los glomérulos, pequeñas terminaciones de celulas olfativas de forma esférica donde se procesan las señales aromáticas que luego son conducidas por células receptoras especiales. La información llega primero al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales ontogenéticamente muy antiguas; responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos, tales regiones almacenan también los contenidos de la memoria y regulan la liberación de hormonas. Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Sólo más tarde parte de la información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.


Oído

Corte anatómico del oído externo y medio.
auris (?)

El oído conforma los órganos de equilibrio y audición. También se le denomina órgano vestibulococlear dentro del estudio de la medicina.
Es un órgano que se encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y acuáticos, tal es el caso de los félidos y los grandes cetáceos en donde, gracias a su evolución fisioanatómica, se han hiperdesarrollado mecanorreceptocitos especializados en destacar el sentido de equilibrio y audición en perfecta armonía. En el caso del ser humano esta evolución no está tan desarrollada.
En conjunto el estudio histoanatómico del oído se divide en tres partes, oído externo, oído medio y oído interno.







Para otros usos de este término, véase gusto artístico.
El sentido del gusto se encuentra en la lengua. La lengua es un órgano musculoso ubicado dentro de la boca o cavidad oral. La sensación que un alimento produce en el sentido del gusto se llama sabor. Los alimentos pueden ser dulces o salados, ácidos o amargos, detectar esos sabores, es función de las papilas gustativas en la boca; su importancia depende de que permita seleccionar los alimentos y bebidas según los deseos de la persona y también según las necesidades nutritivas. El gusto actúa por contacto de sustancias químicas solubles con la lengua. El ser humano es capaz de percibir un abanico amplio de sabores como respuesta a la combinación de varios estímulos, entre ellos textura, temperatura, olor y gusto.
El sentido del gusto depende de la estimulación de los llamados "botones gustativos", las cuales se sitúan preferentemente en la lengua, aunque algunas se encuentran en el paladar; su sensibilidad es variable. La lengua presenta unas estructuras, denominadas papilas, que confieren su aspecto rugoso. En ellas se encuentran los botones gustativos, donde se asientan los quimiorreceptores juntos con las células epiteliales que les sirven de sostén.
• Según su forma se conocen 3 tipos de papilas.
1. Papilas fungiformes: Tienes forma de hongo y se encuentran distribuidas en la parte anterior del dorso y bordes laterales de la lengua. Son sensibles a los sabores dulces, ácidos y salados
2. Papilas caliciformes o lenticulares: Tienen forma de cáliz o copa y se distribuyen cerca de la base de la lengua formando una V; captan los sabores amargos.
3. Papilas filiformes o cónicas: Tienen forma de filamento y se encuentran en la punta y bordes laterales de la lengua a diferencia de las papilas fungiformes y caliciformes no tiene función gustativa, solamente son receptores táctiles y captan la temperatura.


Conquista de América
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La llegada de los españoles al Caribe en 1492, abrió el camino para que algunas potencias europeas conquistaran amplios territorios del continente americano.
La Conquista de América es el proceso histórico por el que se impuso el dominio europeo en el Nuevo Mundo después del contacto entre Europa y América en 1492. Este proceso comprende la exploración geográfica, la invasión y ocupación europea de territorios ya habitados por los indígenas. La Conquista permitió el establecimiento de regímenes coloniales en América, que implicaron la asimilación cultural de los indígenas y su sometimiento a las potencias coloniales por diversas vías.[1] A los europeos, la Conquista les permitió asegurar bienes materiales que tuvieron un papel fundamental en la acumulación originaria que fue la base del desarrollo del capitalismo en los siglos siguientes, principalmente en los Países Bajos, Gran Bretaña y Francia.[2] La Conquista de América fue un proceso permanente, dado que algunas sociedades indígenas opusieron una gran resistencia o bien, nunca fueron sujetas a los europeos.
España fue la potencia europea que llegó a conquistar la mayor parte de América. En parte, esto se debió a que el descubrimiento del nuevo continente para los europeos fue realizado con el apoyo de la Corona de Castilla y la de Aragón. Cristóbal Colón dio parte del hallazgo a Juan II de Portugal en 1493, al volver de su primera expedición. Esto generó una serie de negociaciones entre España y Portugal que se resolvieron mediante la intervención del papa Alejandro VI, que por una bula declaró legítima la posesión española de todas las tierras encontradas más allá de cien leguas al oeste de las islas Azores.[3] Con una ligera modificación posterior, esta bula repartió en el papel el continente entre España y Portugal, sin embargo otras potencias europeas se sumaron a la conquista y colonización en América. Entre ellas se encuentran Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos, Rusia y Dinamarca. También se formaron pequeñas colonias escandinavas en la costa oriental de lo que actualmente son los Estados Unidos.
Los pueblos americanos presentaron resistencia a la ocupación de los europeos, sin embargo, se hallaban en desventaja. La tecnología bélica de los recién llegados era más avanzada y mortífera que la tecnología indígena. Los europeos conocían la fundición, la pólvora y contaban con caballos y vehículos de guerra. Los americanos contaban con una tecnología lítica y carecían de animales de carga, pero eran superiores en número y en conocimiento del terreno. Las enfermedades que los europeos llevaron a América —para las cuales los indígenas carecían de defensas— cobraron miles de vidas y fueron un factor que pesó en contra de las sociedades americanas, que en medio de la guerra también enfrentaron el desastre epidemiológico. La historia de la Conquista de América ha sido relatada principalmente desde el punto de vista de los europeos. Salvo en el caso de los mesoamericanos, los pueblos indígenas desconocían la escritura, de modo que los registros de los hechos desde la perspectiva indígena consisten principalmente en relatos recuperados algunos años después por los propios europeos. Se cuenta con ellos en los casos de Nueva España, el Perú y Yucatán.

Contenido
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[editar] Panorama en el continente americano
La conquista de América supuso la ocupación del territorio de algunos pueblos en desigual desarrollo cultural que habitaban en el continente, desde cazadores-recolectores como los pericúes, guaycuras, cochimíes hasta culturas más avanzadas, entre las cuales destacaban la incaica, la mexica, y la maya.
[editar] El efímero asentamiento vikingo del ártico canadiense
Recreación de una vivienda vikinga en L'Anse aux Meadows (Canadá).
Se deduce que en una isla del Archipiélago ártico canadiense los vikingos establecieron un asentamiento humano, al que como mucho se da una duración de una década, y que está situado en L'Anse aux Meadows. Se ha demostrado con fechado de radiocarbono que los restos que se afirman encontrados en aquel lugar se datan entre los años 975 y 1020.[4] El sitio ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las primeras investigaciones fueron expuestas por el geógrafo francés Conrad Malte-Brun, quien fue “primer secretario general” de la Sociedad de Geografía (Société de Géographie) en 1821.[5] [6] [7] En ese mismo año, el sacerdote neoleonés, insurgente en la independencia de México, fray Servando Teresa de Mier, comunicó esta noticia en su carta de despedida a los mexicanos:
..."Hallarán también mis paisanos en la Geografía eruditísima de Maltebrun, que se estaba imprimiendo en París el año 1814, pruebas evidentes, de que desde el siglo X hubo en nuestra América colonias (y se saben sus nombres) de dinamarqueses o normandos, irlandeses y escoceses..."
Fray Servando Teresa de Mier, "Carta de despedida a los mexicanos" 1821[8]
Las investigaciones realizadas por el explorador noruego Helge Ingstad y su esposa la arqueóloga Anne Stine, publicadas en su libro El Descubrimiento Vikingo de América: La Excavación del Sitio Norte en L'Anse Aux Meadows, Newfoundland, sugieren que Leif Ericson fue su fundador.[9] En 1964, el Congreso de los Estados Unidos declaró como el "Día de Leif Erikson" al 9 de octubre, primera arribada de emigrantes de Noruega a Nueva York en 1825, en conmemoración a los estadounidenses de origén nórdico y su contribución a los Estados Unidos.[10] En 2007, el presidente de los Estados Unidos George W. Bush declaró en ocasión de la celebración del Día de Leif Ericson que:
Leif Erikson, hijo de Islandia y nieto de Noruega, lideró una tripulación determinada a través del Atlántico más de 1.000 años atrás y convirtiéndose en uno de los primeros europeos conocidos en arribar a Norteamérica.[11]
[editar] Los viajes de Cristóbal Colón
El navegante Cristóbal Colón emprendió el viaje de descubrimiento que partió de Palos de la Frontera (Huelva, España) en dirección hacia el oeste. La flota a su mando constaba de tres embarcaciones, una de ellas una nao La Santa María a la que se suman dos carabelas,La Niña y La Pinta, y que gobernaba en nombre de los Reinos de Castilla y Aragón y fue por las que llegó a América el 12 de octubre de 1492. Colón creyó equivocadamente que había llegado a la costa oriental del Asia, denominándose a las posesiones españolas como "Las Indias". Ese nombre se difundió a su vez entre los europeos, con la denominación de "Indias", y "West Indies" para las posesiones británicas, así como la denominación de "indios", para referirse a los indígenas sin distinción a sus diferentes culturas, sociedades y miembros. Colón murió sin saber que su descubrimiento tendría como consecuencia la conquista de un continente desconocido para los europeos del siglo XV con el sometimiento de civilizaciones, culturas, sociedades o individuos indígenas, habitantes de los territorios conquistados justificando esa dominación en tres grandes principios:
1.   "Tierra de Nadie" (res nullius), principio que supuso de hecho y derecho el reparto en ocasiones del territorio entre estados europeos a través de la ocupación, por desconocimiento de la propiedad indígena cuando la hubiese.
2.   "Tierras para la cristianidad", principio que llevó a su vez a la decisión de difundir el cristianismo a los habitantes de América, habilitando su conversión forzosa en caso de negarse a aceptar esa religión, por el contrario algunos europeos sostuvieron que "los indios no tenían alma"[12] negando la condición humana de los pueblos originarios.
3.   "Derechos de conquista" de los estados europeos sobre las civilizaciones o sociedades nativas que se habían impuesto unas sobre otras, de las riquezas naturales y acumuladas de unos indígenas sobre otros, así como en su caso la imposición de utilizar a los habitantes como mano de obra forzada, y que correspondía a quien dominase el territorio. La obsesión por el oro, simbolizada en la búsqueda de El Dorado, caracterizó una forma de Conquista de América basada en el Condotiero acaudillando al soldado mercenario, y de uso entonces en los hechos de armas entre europeos.
En 1493 el papa Alejandro VI, le entregó esos territorios descubiertos por Colón y por descubrir, al reino de Castilla, imponiendo la excomunión a cualquier cristiano que viajara a los dominios de Las Indias sin autorización del rey de Castilla (Bulas Alejandrinas), orden que siglos más tarde no fue acatada por británicos, holandeses, franceses, belgas, suecos, rusos. Una década después, el navegante al servicio de la monarquía española, Américo Vespucio describiría que las tierras que descubriría Colón no se encontraban en Asia, sino que era un continente desconocido por los europeos del siglo XV. En honor a ese descubrimiento, los europeos llamarían "América" a lo descubierto hasta entonces, y que más tarde se impuso para la globalidad del continente.
[editar] Conquista y colonización
Mapa del alemán Martin Waldseemüller de 1507, el primero en denominar "América" al continente conocido antes como "Abya Yala" (mayas), "Cem Anahuac" (aztecas) y Vinland (vikingos). El mapa cartografía el Océano Pacífico y el istmo centroamericano antes del "descubrimiento" atribuido a Balboa (1513). El mapa es conocido como el Certificado de Nacimiento de América y se encuentra en la Galería de Tesoros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Los gobiernos coloniales, organizaron las economías de las sociedades americanas bajo su dominio dentro de un sistema de comercio mundial, con el fin de que proveyeran metales preciosos y materias primas a las economías de Europa, hasta conformar el mercantilismo, como política para el desarrollo de las naciones europeas.[13] Sin embargo, el proceso de gestión se llevó a cabo por un mecanismo de concesiones privadas que, debido a su independencia no terminaba de agradar a Felipe II, que terminó cortando las cabezas a todos los conquistadores españoles, excepto a Hernán Cortés, que renunció al poder y a la autoridad retornando a España a vivir del dinero que consiguió.[13] En 1495, los reyes católicos prohibieron la esclavitud de los nativos, pero Inglaterra y otras potencias impusieron sistemas de trabajo servil para los indígenas,[14] y un extendido régimen esclavista (propio de las civilizaciones americanas, asiáticas, europeas y africanas), que se alimentó del secuestro de personas en África y su traslado forzoso a América.[15] Sin embargo, en 1548, el papa Paulo III confirmó el derecho a tener esclavos, incluso por los miembros de la iglesia, aunque también afirmó que: los «indios», no lo eran y tenían derecho a ser libres, y a liberarse.[16] De hecho, tanto los papas como los reyes de España, se oponían a reducir a los nativos a la esclavitud.[16] No obstante, hubo otras instituciones que proveyeron la mano de obra nativa necesitada por los colonos; yanaconazgo y encomienda, aunque los abusos practicados hicieron mella en algunas conciencias cristianas dando lugar a la importación de esclavos negros de África.[16] En las colonias de España, se estableció un sistema de castas que imponía un rol social. Luego de la Conquista de América, algunas de las constituciones de las naciones que se independizaron abolieron la esclavitud, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y Francia[cita requerida]; otras constituciones como la de Argentina promovían la ocupación de europeos en los territorios poblados por indígenas. En otros países americanos, como el Reino de Brasil y Estados Unidos, la esclavitud continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Culturalmente, la conquista de América impuso las características de la civilización europea, imponiendo el uso de lenguas europeas, principalmente del idioma español, el inglés, el portugués y el francés, extendiendo la escritura y la economía mercantil, convirtiendo a la población al cristianismo (en el sector ibérico ese proceso se produjo a través de lo que se denominó evangelización, derivada de la misión de salvación de los indígenas que el papa Alejandro VI impuso a las monarquías ibéricas.[17] ) muchas veces con variadas formas de sincretismo en las que persisten las religiones precolombinas y africanas, y la erradicación del canibalismo.[cita requerida] Otro de los aspectos de la colonización trata los sacrificios humanos en las culturas americanas que los practicaban,[18] como por ejemplo los chichimecas, quienes también solían imponer a sus conquistados un sistema similar al feudal.[18] Las culturas europeas y americanas adoptaron mutuamente los adelantos técnicos desarrollados por cada una, durante miles de años de desarrollo de sus respectivas civilizaciones y culturas.
La conquista europea se realizó a partir de enclaves urbanos y no penetró o fue rechazada, en amplias áreas del continente que no poseían el grado de civilización de Aztecas o Incas. Así, varios pueblos originarios mantuvieron el dominio sobre vastos territorios hasta finales del siglo XVIII o del siglo XIX, cuando sufrieron una nueva ola de conquista por parte de los estados americanos independizados: la Patagonia, la llanura pampeana, el Gran Chaco, el Mato Grosso, la Región Amazónica, la Región del Darién, las grandes llanuras del oeste norteamericano y Alaska entre otras, permanecieron bajo el dominio de naciones como los Mapuche, Het, Ranquel, Wichí, Qom, Amazónicas, Algonquina, Hopi, Comanche, Inuit y muchos otros.
Algunos pueblos indígenas, llamados en el siglo XIX salvajes por los gobiernos nacionales de algunos países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile, y también llamados indios por algunas personas en algunos países Argentina o Brasil padecieron acciones de guerra por parte de esos estados nacionales independientes de América y sus fuerzas armadas a lo largo del siglo XIX y XX, lo que ha sido denunciado como genocidio, en tanto sus gobiernos lo han considerado como "acción civilizatoria" o "pacificadora". En la Conquista de América, algunos estados independientes americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también llevaron adelante acciones tendientes a ocupar territorios de indígenas en variados estadios de desarrollo; algunos estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio,[19] [20] pero otros lo niegan.[21]
Fotografía de la Masacre de Wounded Knee, durante la Conquista de América en el siglo XIX por estados americanos independientes contra la nación Siux
En la Conquista, en el siglo XIX y siglo XX, algunos estados americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también realizaron acciones de exploración, apropiación y conquista que implicaron la ocupación del territorio de algunos pueblos indígenas de desigual desarrollo cultural. También en el siglo XX, otras naciones americanas impulsaron políticas racistas contra indígenas, afroamericanos y sus descendientes como reflejo de la doctrina racista biológica pseudocientífica europea. Algunas personas y estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio,[19] [22] pero otras personas y estudiosos lo niegan.[21]
Si bien es clara la fecha de inicio de la Conquista de América (1492), la fecha de finalización es menos clara. En el caso español, en la década del 70 del siglo XVI un decreto del rey Felipe II prohibió los actos de conquista, denominándose a partir de entonces los actos llevados adelante por los españoles con la palabra pacificación. Más allá de las cuestiones terminológicas se puede decir que la Conquista Europea de América terminó con el proceso generalizado de emancipación iniciado por la independencia estadounidense en 1776 y creación de naciones independientes y soberanas en América que se extendió a lo largo de los siglos XIX y XX. La última nación en independizarse de una potencia europea fue Belice en 1981, restando aún algunos pocos enclaves coloniales.
Pese a ello los procesos de conquista de pueblos originarios continuaron en los países ya independizados de Europa. Ejemplos de ello son la llamada Conquista del Oeste por parte de los Estados Unidos, y las denominadas Conquista del Desierto y Pacificación de la Araucanía en Argentina y Chile, mediante las cuales se conquistaron las tierras y se sometió al pueblo Mapuche. Incluso hacia finales del siglo XX en países como Colombia, Venezuela, Brasil y Perú se registraban casos de colonos blancos que desposeían a los pueblos aborígenes de sus territorios de manera violenta o por medio de negocios no claros. La organización continental de los pueblos indoamericanos continúa a denunciar hechos en contra de los derechos humanos en ese sentido. La elección de Evo Morales como presidente de Bolivia en 2006, primer presidente de un país americano perteneciente a un movimiento indígena, ha sido presentado por sus seguidores como la primera oportunidad para desmontar la matriz étnica-colonial subsistente de los Estados americanos.[23]
[editar] Consecuencias
Entre las consecuencias a resaltar sobre la Conquista de América están:
  • Desaparición de los sistemas políticos y organizativos de los pueblos amerindios.
  • Pérdida definitiva de su soberanía.
  • Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y casi extinción de otras. Las lenguas indo americanas pasaron a un segundo plano y se impusieron definitivamente los idiomas europeos.
  • Destrucción de las obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria, etc.).
  • Inferiorización y desprecio por las culturas originarias.
  • Inferiorización y desconocimiento de la naturaleza humana de los pueblos originarios al ser reducidos a la categoría de "encomendados" sometidos a colonizadores europeos, en el caso de la conquista española. En el caso de otras experiencias coloniales también fueron en muchos casos desconocidos como seres humanos con los mismos derechos que los europeos.
  • La esclavitud: aunque algunos pueblos aborígenes practicaban la esclavitud, los conquistadores establecieron la misma de manera generalizada. Para ello fueron secuestradas alrededor de 15 a 60 millones de personas en África de la cuales solo unas 10 millones llegaron con vida a América para ser reducidos a la condición de esclavos.
  • Muchas culturas del Nuevo Mundo se conservaron y aumentaron la población aunque también muchas culturas indígenas desaparecieron debido en ocasiones a enfermedades que eran llevadas por los europeos y que eran desconocidas para ellos, y en otras a las conquistas europeas.
  • La Conquista de América abrió nuevas vías de comunicación y transporte, sobre todo marítimas entre Europa y América, así como entre distintos puntos de Europa y de América entre sí. Ello llevó a la creación de decenas de puertos oceánicos y fluviales en el continente americano. El trazado de esas vías estuvo influido en gran medida por razones mercantiles, relacionadas con los bienes que los colonizadores extraían en América para ser llevados a Europa, principalmente oro, plata y alimentos, así como la exportación de manufacturas desde Europa y esclavos desde África hacia América

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